*Las entidades prestadoras de servicios de salud reclaman apoyo para tener abierta su disponibilidad en momentos de emergencia sanitaria.
* La imposibilidad de prestar otros servicios pone en jaque su viabilidad financiera.
El pasado miércoles 6 de mayo, 13 hospitales y clínicas de Antioquia, realizaron una rueda de prensa virtual, en virtud de la emergencia sanitaria, económica, social y ecológica que se vive en Colombia a causa del COVID-19, quienes reiteran su compromiso con la comunidad de seguir atendiendo a la población con calidad, humanismo, dedicación y responsabilidad. Así mismo, confirman su espíritu de apoyo y solidaridad con las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional.
Sin embargo, dieron a conocer el alto nivel de presión que desde el mes de marzo vienen sufriendo los prestadores de salud, principalmente los de alta complejidad, por la falta de recursos.
Los hospitales y clínicas han tenido que enfrentar uno de los mayores desafíos en la historia para continuar operando a pesar del grave decrecimiento de los ingresos derivado de la suspensión de actividades no prioritarias, la necesidad de nuevas inversiones y ajustes de procesos tendientes a satisfacer la demanda de servicios médicos y hospitalarios propios de la pandemia y que representan costos muy superiores a los proyectados inicialmente para el año; todo esto aunado a las dificultades derivadas de la compleja dinámica que ha adquirido la economía.
Al 31 de marzo, la cartera adeudada a estos hospitales y clínicas es la siguiente:
*Cifras en millones de pesos
Los 13 hospitales y clínicas de valoran y reconocen el esfuerzo económico que el Gobierno Nacional ha venido haciendo en estos últimos días en aras de irrigar los recursos que requiere el sistema de salud en Colombia, no obstante lamentan que estas medidas no se estén reflejando en el flujo de recursos para los prestadores, y por el contrario, continúan sometidos al arbitrio o voluntad de las Entidades Responsables de Pago (ERP) y a los trámites previos al reconocimiento de cuentas que permitan el giro efectivo de los recursos a los prestadores, trámites que cada ERP realiza en sus propios tiempos.
No obstante, frente a la alta cartera de entidades en liquidación, no conocen alternativa de pago ni medidas que esté adoptando el Gobierno para su satisfacción en el corto plazo, frente a ella temen el mismo destino de otras: que deban castigar grandes sumas, después de haber prestado el servicio a los pacientes y haber invertido en nómina, insumos y demás requerimientos para prestar una adecuada atención.
En medio de esta apremiante y desbordante situación, hacen un llamado especial al Gobierno Nacional para que ejerza vigilancia y control efectivos sobre los recursos que viene disponiendo y despliegue las medidas excepcionales, específicas que requieren los hospitales y clínicas para contar con el flujo de recursos que permita enfrentar la pandemia, con la agilidad y oportunidad que amerita el momento actual, sin tener que depender de la decisión y procesos de cada ERP.
Las instituciones prestadoras de servicios de salud necesitan los recursos para ampliar la capacidad instalada, comprar insumos y medicamentos para los pacientes COVID-19, garantizar la continuidad de la justa compensación de los profesionales de la salud y todos los colaboradores y de manera especial su seguridad, la de sus familias y de la comunidad general.