Muchos expertos aseguran que una de las formas de conseguir que los niños coman mejor, es implicarlos en la tarea de cocinar. De esta forma aprenden cómo son los distintos alimentos y, al ser creadores de sus propios platos, los comen con más facilidad.
Indiscutiblemente una de las mejores formas de introducir a los niños en la cocina es la repostería, por un lado, porque lo dulce les atrae muchísimo, y por otro, porque en su elaboración hay que mezclar ingredientes sin ponerlos al fuego, por lo que pueden hacerlo ellos mismos sin inconveniente alguno.
Sin duda alguna, dar formas o hacer decoraciones en los postres los divertirán demasiado, así que aprovechemos el mes de los niños para gozar y reír con todos ellos. Estas son algunas de las tantas ideas de repostería para hacer con la ayuda de los más pequeños de la casa.